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jueves, 14 de julio de 2011

Guilin, Yangdi, Xingping, Yangshuo, Guilin

Hoy ha sido un dia movidito, mucho ir y venir en minibús. Hemos comenzado el día con un desayunito en la terraza del hostal. Uno completo para mí, bacon, huevo, tostadas, plátano y café. Café y tostadas para Clara. Teníamos una excursión al río Li contratada para las 10.30 de la mañana, asique nos hemos echado a la calle para ver un poquito más de Guilin. Hemos empezado por las pagodas de la Luna y el Sol, y llegado hasta el 'You are here' de la foto pasando por debajo del Yang Bridge, y recorrido todos los alrededores del lago.


Había gente haciendo ejercicio, aunque alguno que otro lo hacía tan lento y que no pareciera ningun ejercicio de ningún tipo, que no sabíamos. Parecía que intentaba hacer abodminales oblicuos, pero iba vestido como de trabajo. Una cosas muy rara. Otras chicas bailando algo parecido a salsa, pero claramente era chino, en uno de los muelles de alrededor del lago. Había un montón de gente practicando Tai Chi. Un grupo de señoras mayores atendiendo a otra, que debía ser la profesora.


Luego había un par de ellas sueltas por detrás de unos árboles. He conseguido sacar una foto a escondidas. Y digo a escondidas porque antes había intentado sacar una foto a unas chinitas que estaban jugando a las cartas. Chinitas mayores. Cartas chinas. Pero, cuando les he preguntado solo han dicho "No, no, no" y luego se reían unas y otras entre ellas. Asique a partir de ahí he hecho todas a escondidas, las de la gente. Luego he vuelto a por mi revancha, y he conseguido sacarlas con sus cartas chinas, tipo marcapáginas.


Han llegado los de la furgo que nos iban a llevar hasta Yangdi, para el crucero por el río Li en balsas de bambú. Al entrar había un par de españolas que andaban viajando por aquí y por allá, Beijing, Guilin, iban a Tailandia ahora y después Shanghai. El trayecto de ida ha sido bastante largo, pero mirando por la ventana se ha hecho llevadero. Me iba fijando en mil cosas. Y haciendo alguna foto, pero desde la furgo no se veían demasiado bien.



En las fotos se ve bastante bien el estilo de vida chino. Son incluso más panchos que los españoles o los indios jaja. Ahí sentado en su moto viendo la vida pasar, mientras las señoras chismorrean en las vías del tren.
Otra de las cosas que me encantan de Asia son sus arrozales. Están muy ordenaditos y cuadriculados. Los siguen trabajando de forma manual. Es como ver que todo sigue igual que hace cientos de años.



Hay mil cosas que contaros. Voy a seguir un poco con el tráfico. Todo funciona con el claxon y las luces de largo alcance. Si pasan al lado de una moto, claxon. Si van detrás de algún vehículo que quieren adelantar, luces, luces, luces, claxon, claxon. Aún no consigo descifrar en qué se basa todo esto. Pero me intriga la forma en la que se sacarán el carnet de conducir. No puede haber alguien que te enseñe a propósito a no parar, sistemáticamente, en ningún paso de peatones. Aquí siempre que vayas a cruzar, debes estar atento a todos los lados. Ni look right, ni left, aquí loook both ways en cualquier momento. Hoy casi atropellamos a una madre con su bebé en la moto, y la tía no se ha inmutado demasiado. Eso, o que los chinos no se inmutan ante nada xD.


Nada más bajarnos del minibus, nos asaltaron las vendedoras chinas con objetos que, a priori, no servían para nada. Una especie de bastón que, más tarde, querríamos haber comprado para mojar a las otras barcas jaja.

La vendedora de Notre Damme en el río Li
Salimos del punto de encuentro varias barcas juntas. Fuimos durante el trayecto de ida echándonos unas risas de unas barcas a otras. Ellos nos tiraban agua con los bastones, nosotros simplemente nos reíamos...


Las vistas eran impresionantes, un paisaje estilo Señor de los Anillos. Una pena verlo con tanta neblina. Te sientes tan pequeño al lado de las montañas que se ven en la imagen. Es un paisaje completamente distinto a nada que hubiera visto antes. 


Fue un paseo de ida y vuelta. Lo bueno es que no nos daba tiempo a verlo todo, así que con la vuelta pudimos completar. En el punto del encuentro nos recogieron para ir a Yangshuo.


Pensábamos que Yangshuo iba a ser un pueblecito rural pegado al río Li, pero resulta que ya está todo explotado. Montones de tiendas de alquiler de bicicletas, de regalos, touroperadores.


Comimos en el primer sitio que vimos que podrían hablar un poco de inglés. Una posada. Se ve en la imagen, en las mesitas de la izquierda justo.


Aquí podéis ver cómo de explotado está todo. Se comentaba que antes era un pueblecito, pero en China parece que hay que excavar mucho más para encontrarnos con la China rural que esperábamos. Sigue siendo un pueblo bonito, se ven las montañas que veíamos en el río Li por detrás de los edificios, de baja altura. Volvimos a Guilin después de ver Yangshuo.



Por la tarde ha habido un momento en el que pensabamos que nos atropellaban un centenar de motos, y eso que ibamos en un mini bus. Además, utilizan unos medios de transporte que no deberían permitirse. Contaminan demasiado todos, y encima peligrosos. Bicis con remolques gigantescos detrás, bicis tipo taxi, bicis, y todos ellos por mitad de la carretera, aún teniendo carril para ellos.
A pesar de que dicen que China está creciendo a un ritmo alucinante no parece que las calles acompañen a los números. Desde luego las calles principales son muy exhuberantes en cuanto a pantallas de plasma, luces por todas partes, edificios de última generación, de todo:


Pero en cuanto decides salirte por la primera bocacalle encuentras la realidad de China. Es un país paupérrimo. Casas a medio construir, casas construidas que se caen a trozos, puestos en la calle.
Después hemos ido a ver la pesca del Cormorán. Es bastante sorprendente cómo les atan con una cuerda el cuello, casi ahogándolos, para que pesquen para sus dueños. Un método rudimentario y, para algunos salvaje, que da buenos resultados. Fuimos un poco tarde y no hubo demasiada pesca, pero por lo menos vimos 4 o 5 buenas pescas.


Haciendo unas fotos finales que tanto me gustan con el ojo de pez abierto durante "horas" (ver arriba), se nos ha acercado una ancianita a decirnos cosas en chino, que obviamente ni entendíamos. Pero la tía no paraba de hablar. Sólo podíamos sonreír y decir en español: "No te entendemos ni un poco tía". Aunque al irnos he tenido que seguir practicando mi chino. Xie Xie. Ya se me entiende el gracias :)


PD: mañana voy a acercarme al parque antes de irnos a ver si consigo una clase express de Tai Chi. PD: Os dejo un robado que les he sacado a unos cerditos.

miércoles, 13 de julio de 2011

Hong Kong (III) - Guilin

Hoy ha habido madrugon después de la matada de ayer, y el descansito ha sido merecido. Salvo unos breves chequeos nocturnos al móvil, el sueñecito ha sido bastante continuo. En concreto, en un punto de la noche, nos hemos despertado los tres a la vez para comprobar nuestros móviles. Han sido unos segundos mágicos xD jajaja. Al acabar las maletas y las duchas, hemos partido hacia el McDonalds a desayunar. Eugenio se ha ido a Beijing, donde le veremos el viernes. Hoy he tomado dos Egg Sausage McMuffin, y dos Hash Brown Potatoes, junto al coffe. Creo que sigo con hiperhambrismo después de todo.
Atención a la forma de recoger escombros de los chinos. Escombros de una pequeña obra.

(foto escombros)
Hemos ido a despedirnos de la vista desde el paseo "marítimo" de Kowloon, con el Star Ferry como siempre. De día es igual, o más, impresionante que de noche. Todo repleto de rascacielos de última generación. Además, Clara se ha comprado su sello de Hong Kong, los colecciona. Y yo he comprado algún recuerdo. Nada importante, llevamos sobre peso de maletas desde Madrid jiji.
A la 13.30 hemos iniciado la vuelta al hostal a por las Maletas, esta vez en Metro. Bendito metro de Hong Kong con aire acondicionado a toda pastilla! La verdad esque cuando viajas a Asia se nota que nos tienen, físicamente hablando, en un pedestal. Iba en el metro, y un chaval, malayo yo diría, que iba con un colegula chino no paraba de mirarme. Como si yo fuera un futbolista o un famoso. Y cuando me bajaba del vagón, hemos cruzado un gesto de despedida tipo chino: agachando la cabeza, en plan reverencia. Muy buen rollo. En el transbordo al siguiente vagón Clara y yo nos hemos "perdido", pero en nuestra parada nos hemos vuelto a encontrar. Resulta que llevaba la mochila en la mano del vagón anterior, iba llenísima la línea que llega hasta Central Station, y cuando me la voy a poner le he metido un codazo en la cara a una viejecita china...y empieza la amiga que iba con ella a partirse el culo de risa! yo en plan, sorry sorry y la otra riéndose como si no hubiera mañana. Me ha dado mucha pena la viejecilla, ha empezado a frotarse la zona donde le había dado con mucha energía, con una cara de dolor de verdad. Perfectamente podría haber sido un codazo a un enemigo jajajaja.
Nada más recoger las maletas hemos ido al metro. Qué cantidad de escaleras no mecánicas tiene el metro. Al menos nuestra parada. Cómo pesa la maleta, y qué lleno va este vagón! La gente nos miraba con cara de circunstancia cuando nos veia llevando el maletoncio en el metro. Por cierto, los chinos son unos maleducados. Siempre se cuelan en las filas sin ningun pudor, no deben de poder traducir la palabra y por tanto no tienen de eso. Aunque lleves la pedazo de maleta, a ellos no les preocupa en absoluto, es más lo utilizan en su beneficio para colarse más facilmente. Hoy hemos tenido varios desencuentros con algún que otro chino, pero como no entienden no tiene sentido el intercambio de palabras jaja.
Llegada al aeropuerto, y esperar hasta las 16.00 que abrieran los mostradores de China Southern. Hemos comido por allí en el aeropuerto. Estábamos con la mosca detrás de la oreja desde Madrid, que nos dijo una azafata que tendríamos problemas de peso con las maletas. Según ella, debían pesar máximo 20Kg para vuelos internos en China, y las nuestras eran de 23 y 24Kg, así que hoy estabamos ideando planes para mover ropa al equipaje de mano y evitar sobrepeso. Pero no ha hecho falta. Al final el plan era, yo hacía como si las maletas no pesaran nada al subirlas a la pesa, y luego si nos decían algo ya movíamos cosas. Pero claramente el gym tiene sus ventajas! No ha habido sobrepeso, al menos que se hayan dado cuenta jijiji. Vuelo corto, de 1 hora y diez minutos. Aterrizaje cuanto menos extraño. Yo diría que hemos ido un rato a una rueda xD. Luego hemos ido al puesto de información turística típica de los aeropuertos y hemos contratado todo. Todo lo que queríamos hacer antes de venir. No nos han vendido la moto ni nada. Mañana os contamos los planes.

Cambiando de tema, cabe mencionar que los conductores en China ¡ESTÁN LOCOS! mientras que en Hong Kong todos conducen más o menos bien, al estilo europeo marcado por los británicos. Incluso los conductores honkies se enfrentan a las mismas campañas de alcoholemia que nosotros xD (foto alcholemia HK)

Guilin es una pasada! Me esperaba un pueblo pesquero, tipo Zhujiajiao, pero para nada es así. Es como una mini ciudad, pero rodeada por lagos y ríos. Además las calles están llenas a todas horas, está ciudad parece no dormir, a diferencia de HK.

PD1: No hay fotos porque está capada la conexión a internet en wifi. Política, puaj!

PD2: Hoy he visto a un viejecito que le daba un mini masaje en la espalda a la que supongo que sería su mujer. Me ha dejado una sonrisa

martes, 12 de julio de 2011

Hong Kong (II) El día de las atracciones

Primer día de jet lag en Hong Kong. Algunos nos hemos tirado desde las 3 de la mañana despiertos, hablando con nuestros queridos en España, hasta las 5, para despertarnos 4 horas más tarde. Nos hemos pegado una duchita, y hemos ido a buscar un desayuno occidental. Ya salíamos de casa con la idea de ir a un McDonalds y había uno en frente de nuestra parada de metro asique hemos desayunado allí. Un Egg McMuffin y un coffe + potatoe, tirado de precio 17HK$. Para el día de hoy teníamos muchas tareas. Metro en dirección Tung Chung, en la isla de Lantau, para coger el teleférico y ver al Buddha de 25m de altura.
Durante el viaje en metro, había una niña pequeña que iba en la silla con su madre. La niña se ha puesto a hablar con todo el mundo a su alrededor, en chino o en inglés le daba igual. Vaya suerte ha tenido la pequeñaja. Y luego, una señora que estaba sentada a mi lado, ha soltado un eructo como si no hubiera mañana, y lo único que se le ocurre es darse unos golpecitos en plan Salud! jajaja. Que guarros estos chinos.
Son alucinantes los Condominiums de los chinos, los cientos de miles de apartamentos que conviven en solo unos pocos metros cuadrados.




Para el teleférico hemos elegido la opcion de ida con suelo de cristal, y vuelta en cabina normal. O también, una opción algo más cansada ir andando por el sendero de piedra. Creedme, preferís la primera opción.

El pueblo Ngong Ping está montado muy turístico, con varios tipos de actuaciones, entre ellas unos monjes shaolín.



Después de unas mega escaleras...


el gran Buddha de 25 metros de altura.



Curiosamente, nos han regalado una cartulina de Buddha que según ha dicho la viejecita nos ayudará a tener buena suerte y un buen trabajo. También daban un helado y una botella de agua por visitar todo el Buddha completo, por dentro, que es tipo museo. Luego hemos pasado por el Po Lin Monastery, para volver a bajar en teleférico, esta vez sin suelo de cristal. Hemos vuelto a por el trípode al hostal, nos esperaba una buena sesión fotográfica del espectaculo de música y luz. De camino íbamos en el metro observando el atuendo y físico de las mujeres chinas, bastante pobre en conclusión. Pero, curiosamente, siempre está la excepción que cumple la regla, y es que nuestro compi Eugenio, ha encontrado la que fácilmente podria ser su futura esposa. Era monilla la chica, todo sea dicho. Y, clarísimamente, el sentimiento era mútuo. Como también hemos venido de turismo, hemos observado varias cosas curiosas mientras cogíamos el tranvía dirección Western Market en busca de las escaleras más largas del mundo en la superficie, las Mid-Central Escalator. Una de ellas es que el material de los andamios aquí se realiza con bambú. Ojo a las imágenes:


Otra cosa curiosa es que la ciudad no está dotada de una red de carril bici, asique parece que los honkies utilizan un método muy válido. Ir detrás de los tranvías, bien protegidos del tráfico, y a un ritmo más que aceptable.


Más cosas curiosas, la distancia de seguridad entre tranvías tiene un concepto distino en la Special Administrative Region (Hong Kong). Esta definida de la siguiente manera: La distancia de seguridad entre dos tranvías distintos debe ser menor que la que permita al viajero del primer tranvía endiñarle lo que viene siendo una buena colleja al primer viajero del tranvía posterior. Vease la figura:


Algunos pobres Honkies tienen que vivir con la autopista al lado de su casa, literalmente.


Nos hemos bajado del tranvía en Central Hong Kong, la zona donde están situados la mayor parte de los rascacielos de la isla.


Después de subir, y subir, y subir, ah! y subir! escaleras, hemos llegado a la cima. Allí hemos cogido un taxi que nos llevara hasta el The Peak Tram, el tranvía que nos llevaría hasta el Peak Victoria, donde hay unas vistas magníficas de la ciudad.


Después de unas fotos molonas, hemos vuelto en dirección Central Hong Kong, para coger de nuevo el Star Ferry en el pier 7. Hemos cogido un sitio más o menos bueno para ver el espectáculo de luces que tiene lugar todos los días a las 20.00 horas.


Luego hemos ido a intentar cenar al Temple Street Night Market, pero como estaban todos los carteles en chino, no nos ha quedado mas remedio que buscar alguno un poco más allá que tuviera la carta en inglés. Hemos encontrado uno muy decente, donde hemos podido comer Arroz cocinado al estilo de Singapur (qué recuerdos!) y Chicken rice. Atentos a las calles que hemos recorrido, practicamente todo en chino. Incomprensible.





Hemos pasado el día entre tranvías, metros, taxis, escaleras mecánicas, ferries y teleféricos, y con tantas colas nos hemos sentido como en un parque de atracciones. Como siempre, con la ilusión de un niño.
Mañana día de compra de souvenirs, y recuerdos varios, y ponemos rumbo a Guilin. Dicho Güilín. Para los que, como yo, aun no saben chino.

lunes, 11 de julio de 2011

Hong Kong (I)

Después de miles de millones de horas en aviones y aeropuertos, hemos aterrizado en Hong Kong sobre las 18.00 unos cuarenta minutos antes de lo previsto. Hemos estado esperando en la zona de inmigración una cola gigantesca, y todo porque algunos pasajeros no habían rellenado el impreso, y lo estaban haciendo sobre la marcha en la mesa de los policías. Nada más recoger las maletas, nos hemos ido a cambiar dinero, de aquí a tres días voy a tener, euros, HK$, Yuanes, y Pounds. Hemos comprado la tarjeta para el transporte público, Ocotopus Card, y desde el Airport dirección Hong Kong. Transbordo para coger la línea azul que nos llevaba hasta Fortress Hill, donde está nuestro hostal, el Yesinn.
Al salir del metro(MTR) nos estaba esperando Eugenio allí, asique hemos dejado las cosas en las habitaciones y nos hemos puesto en marcha a ver la ciudad.


Hemos cogido el Star Ferry en el pier 7 de Hong Kong Island, para cruzar a Tsim Sha Tsui y ver Kowloon.
Hemos empezado por la calle de los ricos, Cartier, Louis Vuitton, Swarosky, había de todo.


Hemos cenado por allí, y hemos ido a visitar la famosa Nathan Road. Repleta de luces y carteles chinos.


Obviamente no se entiende ni uno. Mientras caminabamos se acercaban hindúes a ofrecernos relojes, bolsos, hasta hachís! Aquí hay pena de muerte por tráfico de drogas.


Hemos finalizado el paseo nocturno en la avenida de las estrellas, justo al lado de los museos. Una gran sesión fotográfica con el trípode. Muchas pruebas, como siempre.


Creo que tengo unas 300 fotos solo de hoy. Alguien va a tener que aguantarme cuando se las enseñe todas...
Mañana os cuento más. Ya subiré fotos.

domingo, 10 de julio de 2011

Aventura en China

Hoy salimos desde Madrid con dirección a China, mi amiga Clara y yo. Vamos a empezar por Hong Kong, para acabar en Shanghai pasando por Guilin y Beijing. La primera semana la hacemos más de relax, y las otras tres asisitiendo a un curso de business. Es casi un mes de viaje, un poco menos. Tenemos intención de iros contando, más o menos diariamente, lo que salga de este viaje.

Una de las lecciones que más me gusta del Taoismo:
"Hay que aprender a ver lo que hay de bueno en lo malo, y viceversa"